Aunque no parezca, las mamás suelen tener la solución para muchos de nuestros problemas. Cuando necesitas algo, no lo encuentras; buscas y buscas y nada que aparece pero basta con que le digas a tu mamá para que ese cortauña que estabas buscando salga de los confines del talco o del refrigerador y tu mamá te mira y diga: y eso que lo buscastes bien... Porque algo que aún no entiendo es que cuando una mamá está brava todo termina en "s". Ejemplo: corristes, comistes.. Te dormistes?
Cuando te enfermas de pronto, tu mamá saca ese instinto de médico que no la dejó graduarse mientras estuvo en la universidad. Tu tienes gripe y ella dice: bueno, vamos a darle al bebé una aspirina y a no dejar que bote la flema; al contrario, que se la trague. Tú, como hijo no sabes nada porque estás muy chico pero tu mamá te toma como conejillo para ver si funcionan todos sus experimentos. Estos experimentos a los que me refiero se llaman: remedios caseros, es decir, hechos en casa (lentos, para los que son lentos) por nuestras mamases y papases (porque ahora las cosas se dicen así y está de moda).
Estos remedios caseros, la gran mayoría de las veces te generan un grado de desconfianza debido a algo muy simple: tú mama no es médico, y si lo fuera es peor, porque mas miedo le tienes a dichas “medicinas curativas”. Un ejemplo de ello es: cuando tienes fiebre a altas temperaturas, pues tu mamá te arropa como una hallaca y te da sopa de cangrejo… ¿Porqué cangrejo? ¿Porqué te arropa como una hallaca? ¿Porqué lo del dólar? (ah perdón, me salté de tema; que problema)
¿Qué tendrá el cangrejo que no tiene otro animal? O ¿Será que el cangrejo le hace ñañañaña *voz de cangrejo en la playa con malta* a la fiebre?
Y aunque esto no tiene respuesta, pues el remedio funciona y te baja de sopetón la fiebre.
Otro de los casos es que cuando estás muy ébrio, las mamases (aún dicen así) te colocan debajo de la regadera para que te caiga todo el agua… En un sano juicio, lo máximo que puede pasar es que te quedes dormido con tanta agua por estar tan jarra. Lo insólito es que funciona.
Lo ideal sería que cuando ocurran esta serie de eventualidades al médico y él te coloque un tratamiento para combatir tanta ingesta de alcohol, ya que están tan ébrio que confundes la patineta de tu hermanito con la super moto de motobike.
Los remedios puede que funcionen pero todos tienen una consecuencia: terminan por empeorar la cosa y en casos especiales hasta se te muda la molestia a otra parte. Por ejemplo: tu mamá no es médico, pero ella decide inyectarte un medicamento para el dolor de cabeza vía intramuscular (por así decirlo) y posteriormente te envía a dormir. Efectivamente se te quita el dolor de cabeza, pero ¿Cómo coño te acuestas si el dolor ahora lo tienes en las nalgas? Y ahora es peor porque no te puedes ni sentar, entonces es allí donde se origina el dicho que relata: es peor la cura que la enfermedad… Y es muy cierto.
Aún no se muere alguien por remedios caseros o por lo menos en su intento de contarlo, falleció.
Existen remedios que no son tan gratos, bueno, en realidad ninguno es grato. Algunos de ellos son: para que se te quite la flema, te la debes de tragar y además de eso te dicen que si quieres tener los ojos verdes hagas eso… Eso, no es de Dios.
Otro de ellos es: el jarabe de perro, digo de berro para aflojar el pecho… Es una cosa de agua caliente, con perejil, 3 pelos de gato, 1 ojo de ratón y algunos toques de piel de anaconda; esa cosa es malísima, tanto que te puedo asegura que preferirías tomar big cola a eso.
Algunos de los principales consejos de los médicos es evitar la automedicación y la apoyo pero es fundamental luchar contra el remedio de las tragadas de mocos, y más si son verde acuoso, sé que da asco pero es por una buena causa. Es muy difícil contradecir a las madres con su remedios milagrosos, pero hay algo facilito: di que te sientes bien y ya o lo que te tocará sufrir es peor cuando vimos el pollito pio en todas las redes…
PD: Mami, trague mocos como me dijiste pero nada paso… ¿Ahora qué hago?
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